MADRE
Madre, que palabra
más hermosa y a la vez grandiosa, porque no sólo representa la persona que me
dio la vida, sino aquella que se desvivió por mí con infinita ternura.
Bendito el día que la
hermosa luz de tus ojos se mostró ante mí la mañana que yo nací. Bendita luz
que alumbra el largo y difícil camino que como un faro en el puerto guía al
marino en su barco.
Mil gracias madre por
ayudarme sin ninguna condición. Mil gracias por quererme tal como soy, con mis
virtudes y mis defectos.
Mil gracias por ser
lo que eres, una mujer valiente, una mujer luchadora. ¡Cuánto agradezco los
sabios consejos que me has dado a lo largo de mi existencia! ¡Cuánto agradezco
el calor de tu pecho en los fríos días de invierno y esas largas noches de
desvelo de lunas interminables!
Miedo le tengo al
silencio de tu voz, pavor me da la extinción de la luz de tus lindos ojos. Y…el día que me faltes rugirá el
cielo, gritaré al viento y un gran quejido me desgarrará el alma, partiendo
mi corazón en dos.
A Dios le pido, a Dios le imploro, si hace falta de rodillas, que me dures mucho, mucho tiempo.
¡Te quiero mamá!
Precioso ...letras q salen de ese corazón tan grande q tienes ...besos
ResponderEliminarMuchas gracias Manoli. ¡Eres maravillosa! Un beso muy grande.
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