miércoles, 14 de febrero de 2018

La Luna y el Sol


LA LUNA Y EL SOL


Dos amantes fueron, dos amantes son. 
Separados ambos astros, 
por un cruel destino 
que una ley Física dictaminó. 

Uno es día, otro es noche y aunque, 

el Universo es infinito
 no hay lugar para los dos.

 Cuando la luna nace, 

el sol muere.
Ésta llora su pena, 
derramando infinitas estrellas 
que brillan en el firmamento. 

Cuando el sol nace, 

la luna muere.
Éste brilla desconsolado
extendiendo sus largos brazos,
para alcanzar a su blanca y bella dama, 
que tanto quiere.

El destino les jugó una mala pasada, 

sus caminos son diferentes 
y aunque viven en el mismo espacio-tiempo, 
sus órbitas son divergentes.

Se enamoraron al nacer de un equivocado ser.

La melancolía y la tristeza
inundan sus castigadas almas
con gran dureza.

Siempre esperan impacientes,

al maravilloso ocaso,
donde se recitan palabras de amor 
y le suplican a Dios un tierno abrazo
Pero... esos minutos prestados son insuficientes.

Todos los años lloran e imploran

un solo instante
donde sus cuerpos se fundan en un mismo ser.

El destino y la fortuna 

les quiso complacer,
llegando a sus vidas
el más fiel amigo
que un ser vivo puede tener,
"El Eclipse".

Un grandioso y hermoso espectáculo

que se puede presenciar cada cierto tiempo,
donde los dos enamorados
se funden en un cálido beso,
entrelazando sus deseados cuerpos,
olvidando que lo que tiene un principio,
también tiene un final,
pero recordando siempre, 
que se amaron en el pasado´
que se aman en el presente,
y se amarán en el futuro,
porque el amor verdadero es siempre,
 y por siempre,
  eterno.

FIN



Por Virginia Ripalda Ardila.